Compartimos la nota “La pobreza es un problema de ética” de Denis Merino, publicado en el Diario Uno el 23 de agosto del 2015. Merino escribe sobre la presentación del libro “Espero confiado en el Señor” de Gastón Garatea.
La pobreza es un problema de ética
Afirma el sacerdote Gastón Garatea al presentar libro “Espero confiado en el Señor”, Meditaciones y Oraciones. Advierte que la falta de valores tiene consecuencias nefastas.
El sacerdote Gastón Garatea señala, en un libro presentado el jueves último, que los bienes están hechos para todos y que unos pocos se apoderan de ellos dejando a los muchos sin nada y en una inmensa pobreza lo que es una forma de deshumanización, de aberración y de olvidar los principales valores.
“Así podemos decir que el asunto de la pobreza es fundamentalmente un problema de ética y no se le quiere reconocer como tal. Los bienes son de todos y no solo de algunos”.
El Centro Bartolomé de las Casas presentó el libro del exintegrante de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza y de la Comisión de la Verdad, en el que Garatea analiza lo que sucede en la sociedad peruana así como algunas de sus vivencias.
El auditorio de la Casa Hermiste Paget de San Isidro se vio colmado de intelectuales, religiosos y público en general que de esa forma manifestó su solidaridad con un sacerdote comprometido y a quien el cardenal Cipriani, a quien nadie mencionó en la presentación, prohibió celebrar la misa.
En el estrado principal junto a Garatea se encontraban el fundador de la Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez, la primera actriz Delfina Paredes y Carmen Lora, editora del libro.
GRANDES EMPRESAS SIN VALORES
“Lo que nos toca vivir hoy día en nuestro país nos muestra precisamente como podemos vivir un estado de corrupción, pues sin desdecir de los valores, la práctica se encarga de mostrarnos su poca o ninguna vigencia. Desgraciadamente los valores no rigen dentro de las grandes empresas que se dicen son las que gestionan el cambio y en las que la dimensión humana no tiene mayor actualidad.”
Garatea precisa que en la evolución de la cultura peruana hay una afirmación de la ética pero también hay aspectos, no mayoritarios, que muestran que hay una involución en la vida real de todos nosotros. “Muchas veces cerramos los ojos, pues preferimos no ver lo que sucede y así evitamos pronunciarnos acerca de algo que nos puede producir problemas.”
En otra parte recuerda que el Evangelio de Jesús es claro al señalar que no se puede servir a dos señores en referencia a Dios y al dinero. “Cuando en nuestro mundo se olvidan los valores fundamentales, los humanos nos vamos deshumanizando y llegamos a aberraciones que nos sorprenden por lo inhumanas que son, como es el caso de los bienes que están hechos para todos y unos pocos se apoderan de ellos”.
El sacerdote considera igualmente corrupción el pensar una cosa y hacer otra. “Pero lo más trágico es que cuando uno les dice algo acerca de su contradicción le tratan de probar que no la hay, sino que tienen derecho de opinar justamente lo contrario. Esto es lo que llamamos corrupción, pues los valores se trastocan y dejan de tener vigencia en la vida de las personas”.
Refiere asimismo que para mucha gente en nuestro mundo de hoy lo referente a los valores es un punto sin mayor trascendencia. “Lo concreto de nuestra realidad va mostrando que la falta de valores tiene consecuencias nefastas en nuestra vida personal y comunitaria”.
INSENSIBILIDAD
En otra parte de su texto afirma que dentro del desorden que vivimos vamos descubriendo que somos de una insensibilidad tremenda. “Miramos lo nuestro y lo de los que nos afectan de una u otra manera pero de los que no dependemos, sencillamente, no sabemos nada y tampoco queremos saberlo”.
Garatea se refirió al sufrimiento de los pobres, que se sienten inferiores. “Viven como avergonzados, la sociedad les pasa por encima, ni siquiera los mira y cuando habla de ellos, habla mal, siempre son ‘ellos’, los distantes, con los que no quiero tener nada en común. Los piadosos dicen que rezan por ellos pero le rezan a su dios y no al de los pobres que es el verdadero.”
Precisa seguidamente que el Dios solidario camina con los pobres, sufre con ellos, espera con ellos, pero también goza y se alegra con ellos, con los chistes, con las chelas, con la comida, con el juego, con el baile y sobre todo con el amor. “El amor al estilo de los pobres, no con el que hemos dictaminado los poderosos que tiene que ser el de los pobres.”
“Qué diferente es ir a la reunión de un sindicato o de una simple asociación de trabajadores y asistir a un Directorio de una empresa, parecen habitantes de planetas distintos. Qué diferente es participar en una misa de pueblo joven y asistir a una parroquia elegante. A veces nos encontramos con personajes que no esperamos: curas conservadores en medio de un pueblo sufriente y curas que claman justicia entre los poderosos. A estos últimos les va mal, pues las autoridades civiles y eclesiásticas los miran mal y a los otros los aplauden.”
Denis Merino
Diario UNO
Fuente: http://diariouno.pe/2015/08/23/la-pobreza-es-un-problema-de-etica/
Gustavo Gutiérrez. Solidaridad y alegría
Por su parte, Gustavo Gutiérrez recordó que conoció a Garatea, su amigo de toda la vida, hace como cincuenta años en Santiago de Chile “cuando hacía música y componía”. Calificó al autor del libro como un compañero de ruta con el que han pasado momentos alegres y difíciles.
Sobre el texto dijo que se trata de un libro orgánico, coloquial, escrito desde muy adentro, desde las entrañas, en el que destaca el tema principal, el de los sufrientes y su preocupación por los maltratados, “aunque también muestra alegría, esperanza y diálogo con el Dios de la fe”.
Garatea, quien nació en el centro de Lima y fue aficionado a la hípica, anotó que aunque le daba vergüenza sintió la necesidad de escribir el libro que revela momentos importantes de su vida y que pretende contagiar a la gente de su trato y compañía de Dios.
De otro lado la actriz y activista de izquierda Delfina Paredes se refirió sobre la corrupción, tema que forma parte del libro de Garatea. “¿Por qué los jóvenes sicarios llegan a matar por dinero, muchos de ellos drogados? Recordemos que hace 10, 15, 20 años pudimos observar por televisión cómo se entregaba sacos de dinero a personajes que creíamos ilustres”, señaló.
En idioma quechua y como portavoz de Ayaviri, Delfina Paredes agradeció al sacerdote Gastón Garatea por su relación con los pueblos andinos “donde soportando el frío apoyabas en las cargas, lampeabas y ayudabas a nacer a las guaguas”.
Fuente: http://diariouno.pe/2015/08/23/solidaridad-y-alegria/